miércoles, 5 de marzo de 2008

Primer Dia de clases

El 04 de marzo fue el primer día de clases de mi hija mayor, A.

Todo comenzó a las 07:00 A.M.. en general con mi esposa siempre nos levantabamos cerca de las 07:15 y 07:45 a fin de llegar a nuestros trabajos a tiempo. Así mientras nos levantamos las niñas duermen esos cinco minutos que despues tanto nos faltan.

Bueno, dado que a la menor, F, entraba el miercoles 5, no fue necesario despertarla antes.

Para hacer el cuento corto, A, ya estaba lista aún mucho antes que nosotros lo estuviesemos. Toda una vida usando zapatillas, sandalias y pies descalzos, y de pronto pasar al agradable pero suave calzado escolar. ¿Se han dado cuenta que mientras mas notorios son los zapatos más caros son? ¿o que mientras mas poco sobrias son las costuras del calzado mas caros son? antes no pasaba eso, dado que con suerte nos consultaban, dado que el zapato era negro, nada de elegir entre zapato, zapato-zapatilla, zapatilla de jogging, zapatilla de tenis, zapatilla urbana, zapatilla urbana noroccidental, zapatilla de tribu urbana, Cómo si no supiesemos que todas vienen de China. Creo, sin temor a equivocarme que todas las grandes marcas de zapatillas conviven en talleres PYME chinos. Cosa poca, sólo un par de cientos de miles de trabajores haciendo zapatillas (recuerden que hay mas chinos que ningún otro país del mundo), que no saben donde van a vender sus productos (léase cachiyuyo o grandes almacenes del honesto Ricardo, donde "las instituciones funcionan", no muy bien, pero funcionan).

Bueno, retomando el tema de mi hija, se sentia confortable con la seguridad que le brindaban los zapatos de planta amarilla, con costuras de hilo blanco, sobre el cuero negro. Las lectoras deben disculparme por lo poco variado de mi lenguaje cromático, pero recuerden que soy hombre, y como tal sólo veo dieciseis colores. No más, no menos.

Me decia: "Me veo hermosa este día", o "¿Te gustan mis zapatos? Me encantan estos zapatos". Para mis adentros, como decía mi abuela, pensaba "Momento Kodak: felíz con sólo un par de zapatos, esto no volverá a pasar NUNCA".

Luego tomamos un ligero desayuno, un vaso de leche con colacao para A, un vaso de leche y pan con jamón para mi, y mi esposa tomaría a la vuelta de dejarnos. ¡SI!, ¡mi esposa me va a dejar al metro! ¿¡Y!?. Bueno, nos fuimos y en la calle en que queda ubicado el colegio parecia el taco de "Deep Impact". De hecho le decia a mi esposa: "Oye, debe haber un asilo de abuelitos por aquí, por que he visto varios abuelitos con esos andadores", ante lo cual ella me respodío: "¡Que asilo ni que nada!, es el mismo que nos va ganando".

Decidí estacionarme cerca de dos cuadras antes del colegio, y tomé como referencia el vehiculo rojo que estaba inmediatamente antes que el nuestro. Nos bajamos, cruzamos dos semaforos, e ingresamos al colegio.

"Kinder y Prekinder: Sólo por el día de hoy o4/03/2008 se permitirá el ingreso por esta puerta" rezaba una gran cartulina escrita con rojo, casi describiendo de forma irónica que no sabiamos por donde ingresar. Luego fue el tema de las salas: Prekinder-A, B, C, D. ¿Cuanto prekinders tiene este colegio?, bueno por lo menos sé que la sala del Prekinder-D estaba a la vuelta del edificio.

Llegamos, ligeramente atrasados unos cuantos segundos. cerca de cuatrocientos ochenta para ser más exactos. ¡Pero no fuimos los últimos!, nuestra hija se sentó en una mesita, tan a la medida de su escala que se veia grande, como niña grande, de esas que dan la PSU. Al rato llegó una mamá con su hijo, el cual despues recordamos, habia sido compañerito de curso de A en el jardín infantil los últimos dos años. ¡Uff! ¡Estamos salvados!, pensamos junto a mi esposa.

La dejamos como una pareja de mirlos que ven como su polluelo vuela por primera ves, con algo aquí dentro, muy adentro. Una especie de temor que crezca muy rápido, alegría por la nueva etapa de su vida que se inicia, y por que no decirlo, tristeza de ver que se inicia su separación de nuestro nido. Ahí recien caí en la cuenta que ella ya no es un bebé, si no una persona, que toma decisiones y tiene sus propios gustos y aficiones. Una satisfacción de ver que le gustó y que sé que se va a adaptar fácilmente me dejó tranquilo. En ese momento volví a la realidad cuando escuché su pequeña voz diciendo: "Yo voy a jugar con esto ahora", mientras se paraba, iba a un anaquel y sacaba un juego de madera para jugar en su puesto. Mi hija se parece tanto a mi, que me asusta. Bueno tendrá que aprender mucho, pero es muy inteligente, eso tambien lo sacó de su madre.

Volvimos con mi esposa al auto, y una lagrima salio. ¡Una sola salío! Estamos creciendo parece.

Media cuadra más abajo estaba el auto rojo, esperando que cruzara la calle el abuelito.

No hay comentarios: