martes, 24 de marzo de 2009

Seria malagradecido quejarme.

Querido blog. Hoy me he dado cuenta que sólo soy una persona, que le va mejor que al promedio, pero que por el humano sentimiento de insatisfacción no se contenta con nada. Así ha sido, y no me habia dado cuenta de lo afortunado que soy. sólo me di cuenta que desde Allá arriba me cuidan mucho, o bien desde allá abajo no me quieren ni ver (risas).
El hecho es que el bosque no deja ver los arboles, y si bien uno siempre busca quejarse por el hecho de no ser, tener o saber algo en particular, y nada ni nadie nos saca de ahi. Me puse a leer libros sobre al cambio, no el de Lavin ni Piñera, sino que uno interesante sobre la agilidad del cambio "Quien se ha llevado mi queso".
Lo lei, y no voy a decir que me cambio la vida, pero tampoco puedo decir que no me hizo click. El hecho es que calza precisamente con mi situación actual, la cual brevemente resumo:

La empresa en que trabajo fue comprada por un gigante nacional, y estan en proceso de rearmar la situación definitiva. Un colega lo describe como: "XXXXX se compró un Ferrari, pero tendrán aún no se dan cuenta que deveran pavimentar todos sus caminos para sacarle provecho". En este escenario hay varias percepciones:

- Que nos van a despedir a todos, finiquitarnos y contratar de nuevo. Es un escenario interesante, poco probable, pero interesante.

- Que seremos absorbidos por el gigante y acabaremos vegetando en diversos puestos, de acuerdo a los que predice el "principio de Peter" (ver wikipedia).

- Que mantendremos nuestra identidad pero exclusivamente atendiendo proyectos de la empresa Madre, con lo que adquiririamos expertisse en sus herramientas, y pasando a segundo plano las habilidades ya adquiridas en productos que no se veran (otra vuelta del "pastelero a tus pasteles").

Bueno, el hecho es que ya varios colegas han actualizado sus Resumèès, y estan empapelando todo el cono Sur. Sólo espero que les vaya bien.

Por mi parte, se cierne un horizonte auspicioso, proyectos en vista, nuevos desafios y una posición nada de despreciable comparada con la crisis en que estamos.

Por ello, no me queda mas que decir "Gracias Dios".