1 He aquí lo que he visto, y
que en ello se empeña la palabra, 2 y es esta palabra la que se me ha dado que
debe ser transmitida. 3 Hemos aprendido a punta de dolorosas experiencias que tanto 4
la discriminación, el racismo, la falta de oportunidades y la negación de nuestras
culturas heterogéneas, son formas anónimas de violencia sin arma. 5 Esto ha sido producto
de la ausencia de oportunidades, las cuales nos hacen cuestionarnos si
efectivamente es la falta de la práctica de las habilidades en que hemos sido
instruidos la causa de nuestra desgracia.
6 Nuestra
descendencia ha de alejarse
de nosotros, y es en esto que ella no comparten nuestra fe y
motivaciones, alejándose
aún más cada vez ante nuestros errores. 7 Si bien aquellos que han
compartido
nuestro tiempo ulterior carecen de objetividad para juzgar nuestro
presente, son ellos los que han de disfrutar de nuestras historias. 8 La solvencia individual masculina, o femenina, pero que
usufructúan de la protección
familiar carecerán de la calidad de independientes hasta el fin de los
tiempos.
9 Así, la razón y la fama buscarán perpetuarse con sus pares, mas si buscan solo distracción
buscarán en la insensatez y el anonimato. 10 No bastaría tan sólo con que si la ausencia de interés
en la doctrina le ofende podamos empezar por compartir nuestras enseñanzas
mutuas, 11 las que nos han de mostrar nuestra Alma y de enseñar con ella a las almas no
iniciadas.
12 Hermanos, aquellos que
declinan el placer de la carne por mera opción propia han de ejercer vuestra
opción de vida, 13 mas no afectareis el libre albedrío de aquellos que carecen de
la misma fuerza de voluntad, dedicación y por lo tanto no comparten vuestra fe.
14 Los prejuicios asociados a la apariencia de la persona humana no deben sentar
la base del trato, 15 a no ser que este sea el trato humano del cual todos deben
gozar independiente de su calidad, sexo, credo o condición social. 16 Esto
derribará cualquier argumento, ahogándole en el charco del prejuicio.
17 La esperanza, hermanos míos,
es junto con el último respiro la vida terrenal, la última prueba fehaciente de
nuestra existencia mortal, 18 y el hecho de ella prueba nuestra limitada presencia
en el Cosmos, mas si llegase a sernos probada lo errado de nuestra efímera presencia
con el sólo hecho de buscar la compañía de una persona, con único el afán tan
sólo de esquivar la soledad, será el mismo día en que ponga fin a mi existencia
terrenal. 19 No es por la ausencia de fe en la especie humana que esto ha de suceder,
ni muy por el contrario, 20 por la absoluta convicción de ausencia de yerro en ésta, sino más bien por la alegría y felicidad que el anonimato de la
amistad le provee a nuestro ser. 21 Tan pronto el compañero anónimo ocasional de
lecho se desprende de su anonimato inherente se pierde toda intención de
perpetuar la unión 22 hacia algo mas permanente así como la pública refutación de
la existencia de esta relación, 23 meramente circunstancial debido a la inherente
ausencia de compromiso. 24 Aún así la negación no se hace un camino válido.
25 Cuando tengáis la
oportunidad de conocer una persona que os llene en lo intelectual y en lo
físico podréis prescindir de una de estas características, mas no de ambas. 26 Podréis
soportar la falta de pasión por las metas compartidas, mas no la carencia de
inteligencia, don dado en forma esporádica junto a la belleza. 27 Así sobre
aquellos ataviados con energía podrán carecer de inteligencia, mas si carece de
esta última no podrán ofrecer una vida atractiva, 28 menos aún cuando esta misma
persona considere sus atributos mas allá de los que real y objetivamente la
naturaleza le haya otorgado. 29 Esto nos hace reflexionar sobre si la belleza es
exterior o sólo interior.
30 ¡Buscarás la belleza exterior ya que todos hemos sido
bendecidos con la interior!, 31 y frente a conductas de apego a los elementos
avanzados pero desfasados en lustros harás oídos sordos y ojos ciegos frente a
la ausencia de belleza, 32 más no dejarás al azar la elección de tu compañero, los
atributos serán tu guía. 33 ¿Por qué desperdiciar vuestra juventud externa a lado
de aquel que ya la ha perdido, sabiendo que el futuro nos guarda infinitas
posibilidades de ser desplazados por espécimenes más agraciados? 34 Nuestra raza ha sido indicada como facilitadora del
vicio y de la liviandad, 35 ¿Acaso no estamos suministrando lo mejor de lo que
disponemos? 36 ¿Son acaso tristezas y desamores los que nos han llevado a nuestra
situación actual? 37 Si hemos de dar lo mejor de nosotros, ¿Por qué no dar
nuestros mejores consejos al novato, quien los necesita en vez de al
experimentado quien vive de sus glorias pasadas?
38 Ofrezcamos pues, hermanos míos, lo
mejor de lo que disponemos, 39 y si esto tiene tan sólo una gota de nuestro sudor hagámonos
saber a los demás que no es sólo de amor que lo hemos construido, 40 así sabrán
que es fruto del esfuerzo y no sólo del azar. 41 Esto nos hará nuestro valor por
sobre nuestras actitudes, 42 así quien posee grandes atributos de los que se
enorgullece no necesita esconder aquellos de los que se incomoda. 43 Así aquel
hombre de humilde origen no busca volver a su cuna, no la olvida, mas la honra
cada día con su propio éxito. 44 Nada peor que esconder la falta de ideas con argumentos
arcaicos sólo por la carencia de ideas nuevas, 45 hemos de ser orgullosos de
nuestras características y valores. 46 Así la belleza femenina está secuestrada
por meras planicies incapaces de alimentar una criatura, 47 y la masculina por
aquellos que se consideran agraciados en lo físico y/o intelectualmente,
careciendo de ambos atributos.