sábado, 12 de abril de 2008

No deseo comenzar esta entrada sin agradecerle a Dios por estar vivo. Por eso ¡Gracias Dios!. Con esa misión completada, empiezo esta entrada.

¿Se han dado cuenta que la felicidad esta mal enfocada en nuestra sociedad actual? Aquellos que venimos desde abajo, sin ser peyorativo, nos contentamos con poco. Obviamente aspiramos a muchas cosas, pero en general somos felices con pequeñas cosas. Una sonrisa de nuestros hijos, un beso de nuestra pareja, un saldo azul a fin de mes (jeje, esto no es tan pequeña cosa, pero en fin).

Aquellos que tienen mucho se contentan con otras cosas: Aquel tipo que trabaja ganando mucha plata busca la Adrenalina, y no tiene ningún problema con arriesgar su propia vida con el simple objetivo de experimentar algo nuevo. Literalmente vive al máximo. Por otro lado estamos aquellos que somos felices con poco, y si Dios quiere borrar de una plumada todo lo dado, uno se cuestiona si realmente merece que se lo quiten. No estoy diciendo que quiero que asi sea, pero en general, cuando las cosas se dan, uno se preocupa, por si es que l es solo una ilusión. Esto lo saco a colación ya que con mi esposa no somos muy ordenados en las platas, aun cuando debiesemos serlo. Ambos profesionales, ambos trabajando, dos hijas preciosas. Pero el tema es que vivimos justo, no somos indigentes, pero dependemos 100% de nuestros trabajos. Podemos salir al cine de ves en cuando, nuestras hijas pueden estudiar en buenos colegios. Tenemos una bonita casa, y un auto.

En mi caso, sé que todo los que se logra en la vida es gracias a Dios (avisenme si aburro al lector, pero es verdad), y él no nos ha mandado a la tierra a sufrir (Ok, aqui podriamos establecer un interesante debate religioso-dogmatico-espiritual, el cual dejaré pendiente), si no muy por el contrario, a desarrollar nuestros talentos. El tema es que creo que nuestra generación (la de los nacidos en los 60's y 70's) es la primera que realmente puede tomar conciencia de nuestra semilla en la tierra, y creo que es bueno que queramos darle lo mejor que podamos a nuestros hijos, pero me encuentro a veces en un dilema moral:

- Si les damos un muy alto nivel de vida a nuestros hijos, no los condenaremos a frustraciones constantes en la obligacion de establecer por si mismos un nivel de vida. Ok, yo no naci con auto, tomaba la micro a las 07:00 para llegar a la hora al colegio, y mis hijas no saben lo que es andar en micro. Luego, no quiero que sean un par de "hijitas de papá" que tienen cero respeto por aquellos mas afortunados (Ok, esto tambien puede ser discutido, pero dejemos plantear el dilema).

- Se les damos un nivel igual al que teniamos nosotros, estaremos privandolas de oportunidades que podrian serle de mucha ayuda en su vida. Me explico: Tal como lo he planteado con aterioridad, estudie en un colegio con nombre de submarino Alemán. En la universidad, por otro lado, me topé con compañeros que provenian de liceos y colegios con nombre y apellido. Estos tenian un alto porcentaje de contactos bien posicionados. Léase, X hizo una pasantía en Sillicon Valley durante el primer año de universidad, sólo por el hecho que su papá conocia a un amigo que trabajaba en una multinacional y le presento al jefe de I+D de otra transnacional, este loquillo se fue dos meses a trabajar como asistente junior (ganando lukas verdes ademas), viendo como hacian las cosas los americanos. Bueno, el tipo sabia hablar ingles, aleman e italiano, su pasaporte estaba mas timbrado que billete falso, tenia las lucas para afrontar un viaje, habia viajado solo fuera de Chile varias veces, en fin, no quiero parecer resentido, pero claramente no estaba en situación de disputar con él esa pasantía. Hoy el es muy famoso, es dueño de una empresa que factura en lucas verdes y miembro del directorio de una sleccionadora de personal. Estoy muy feliz con sus logros, pero me pongo a pensar y digo, Yo no logre eso, quizá si me gasto el 20% de mi sueldo en mandar a mis hijas a un buen colegio les dare una red de contactos que le permitan lograr ese nivel de profesionalismo, y me asaltan varias dudad: ¿Será correcto, no será una presión subconciente muy alta? ¿por que sólo el 20%, por que no el 21% o el 40%? ¿Que querrá ser cuando grande?

- Si les damos un nivel menor al que tuve: ¿estas bromeando cierto?

Ok, el universo se reduce a reventarse por que tengan lo que yo no tuve (tirarse el P*D* mas arriba del P*T*), o bien que sepan lo que cuesta ganarse las cosas en la vida (que le cueste como a mi).

En el primer caso me preocupa el crear un par de monstruositas hijas de papa, que no sepan la realidad que nos toca vivir, que frente a la ausencia de su marca de esmalte de uñas o que los zapatos no les conbinen con el color de ojos no hagan la tragedia mas grande del mundo. En la otra mano tengo la preocupación de no darle todo lo que pudiese (o debiese). Mi esposa me ayudo mucho a titularme, mis viejos a estudiar, mi hermano a decidirme, mi abuela y mi tio a soñar, en fin siempre alguien me ha apoyado, pero nada de eso hubiese sido posible sin la firme convicción de que "habia que salir del hoyo".

En fin, nadie dice que los hijos vengan con manual, pero tampoco es imposible criarlos, mal que mal, nuestros padres lo han hecho con nosotros..... Mmmmmm, bien o mal, lo han hecho.

Bueno, mientras Dios me dé aliento les daré todo lo que requieran para que tengan una mejor base, por lo menos mejor que la que tuve (Ok, admito cierto nivel de resentimiento, pero es chiquitito), pero no les voy a comprar auto a los 18. Quizá les diga que trabajen y que junten la mitad del valor, o el 10% o el 95% (si las cosas no andan bien), pero que se esfuercen. Ojala Dios me permita verlas realizadas, tal como mis viejitos me ven a mi. Y que sean mujeres de bien, felices y que logren encontrar el amor como yo lo encontre en mi señora esposa (Si, Tú C.P., que me haces proyectarme a envejecer contigo), en fin, Un padre siempre desea lo mejor para sus hijos (un padre en el sentido general de la palabra, obviando algunos malos ejemplos que se me vienen a la memoria), pero darles TODO seria contraproducente. Dios quiera que me de la sabiduria como para darme cuenta si lo estoy haciendo bien o mal (JA! Dios debe decir "alguna otra cosita?"), pero sólo quiero ser la mitad de buen padre que lo han sido mis viejos, lo cual ya es una vara muy alta.

Resumiendo: Amig@ lector: No desesperes si no sabes que hacer, no vale la pena, siempre haz lo que te diga tu corazón, pero piensa en tu futuro acompañado por tu pareja (piensalo, eso te dará una razón para predisponerte a que las cosas resulten), da lo mejor de ti hacia tus hijos, por sobre todo tiempo con ellos (el burro hablando de orejas), y dales valores, principios, un norte y enseñales a que escuchen su propia voz interior, para cuando no estemos a su lado. Ten por seguro que con eso ya serán una personas que sumen.

Para terminar: "Nuestro hijos no son nuestros, Dios nos los ha mandado para que los preparemos a vivir".